El Ayuntamiento de Lezo ha colocado mariquitas en los árboles tilos de la calle Zubitxo, con el objetivo de erradicar la resina que desprenden a causa del pulgón.
Es muy común que en los tilos haya pulgones. Cuando esto sucede, los árboles sueltan la resina y ensucian todo el entorno. Esta resina es muy desagradable porque se pega en coches, muebles, calle…
La proliferación del pulgón es frecuente, pero para evitar la plaga se liberan insectos que se alimentan del pulgón. En los tilos de la calle Zubitxo, concretamente han colodaco la especie Adalia Bipunctata (mariquitas). En los tilos se colocan unas cajas llamadas blíster, que contienen unas 40 larvas de mariquitas.
Como las mariquitas se alimentan de pulgones, controlan la plaga, esta forma de trabajar es por ello un ‘control biológico’. No es necesario utilizar productos contaminantes ni otros métodos invasivos perjudiciales para el medio ambiente.
Además del controlar las plagas, si el control biológico se lleva a cabo de forma continuada, el pulgón puede llegar a desaparecer. De hecho, cada año se reproduce en los tilos, y para mantener la población de las mariquitas hay que hacer un seguimiento de la situación. Este año se han colocado los blíster en los tilos de la calle Zubitxo por tercera vez.