Según la Ley 16/1994 para preservar la naturaleza de Euskal Herria, todos las arboledas frondosas son importantes desde el punto de vista natural; así, hay que hacer el esfuerzo para conservarlas.
En Lezo, dadas las características de la tierra, todas las arboledas frondosas deberían ser predominantes, pero sobre todo, los robledales. Sin embargo, la actividad agraria ha convertido esas arboledas en pastizal, y hoy en día no quedan más que en algunas zonas escondidas y alrededor de algún río.
Los robledales que más área ocupan son los que están en las zonas de Buztinzulo y el río Bakarraiztegi. En esos robledales la especie más abundante es el roble pedunculado (Quercus robur), y junto a él el fresno común (Fraxinus excelsior), el aliso (Alnus glutinosa) y el castaño (Castanea sativa).
Esas arboledas tienen una tarea muy importate, no en vano están entre prados y conforman un corredor ecológico y refugio para muchas especies. Entre ellos se pueden mencionar el ciervo volante (Lucanus cervus) -protegido por las directivas europeas- y el lirón gris (Glis glis), -aparece como animal vulnerable en la lista de CAV de especies en peligro de extinción. Además de esos, en esos bosques también viven muchas especies de aves y murciélagos.
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